Cuando no se tiene certeza a lo que se tiene que enfrentar, mal se puede pretender que las soluciones que se implementen sean efectivas. Los análisis de riesgos son como esos exámenes médicos básicos que permiten determinar el estado del paciente, tener un diagnóstico y actuar en consecuencia.
No siempre es válido en seguridad tratar de hacer un “copia y pega” de una solución que ha tenido éxito para un caso determinado. Lo que funciona para una residencia no necesariamente va a funcionar eficientemente en la otra. Las características de ubicación, diseño y hábitos de los ciudadanos son algunos de los elementos particulares que deben tenerse en cuenta.
Muchas veces producto de las improvisaciones y bajo un manto de buenas intenciones, los proyectos se hacen interminables. No sólo se traduce en un derroche injustificado de recursos, sino en la pérdida de credibilidad del resto de la comunidad que de seguro va a recortar sus aportes.
Todos los sistemas de seguridad requieren de un tipo y frecuencia particular de mantenimiento. Se trate de un sencillo muro, concertinas metálicas, un sistema de video vigilancia o las normas y procedimientos. Es una gestión de primer orden que está atada a la eficiencia de lo que se implementa.
Las iniciativas o deseos de aportar a la solución de temas de seguridad son sumamente valiosas, pero la seguridad es algo demasiado importante para dejarlo sólo en buenas intenciones. Es extremadamente común que en las reuniones de condominios se quieran imponer criterios sin un criterio técnico. Si realmente quiere una solución eficiente seleccione un profesional calificado, ahórrese tiempo, dinero y un evento no deseado.
La reacción ciertamente forma parte de un esquema de seguridad eficiente, pero la prevención siempre debe ocupar el primer lugar. No sólo va a minimizar la posibilidad de ser víctima, sino que evitará costos de reparación que de seguro van a rebasar sus expectativas.
Todo proveedor de bienes y servicios de seguridad debe ser debidamente evaluado. No es suficiente una tarjeta de presentación, folletos o una página web atractiva. Deben validarse las referencias para evitar posteriores malas experiencias.
Es ampliamente conocida la irónica frase “estás más colaborador que miembro de junta de condominio”. En comunidades residenciales que son casos de éxito en temas de prevención al delito, uno de los factores claves es la participación de todos sus miembros. Cada uno contribuye con lo que tiene a la mano, pero contribuye.
Conozca sus vecinos, comparta sus datos de contacto, establezca protocolos de ayuda mutua, identifique aquellos factores que pueden afectar negativamente la sana convivencia. No son tiempos de vivir apartados y al hacerlo y ser identificado por el delincuente facilita convertirse en su objetivo.
En las familias cuando uno o dos de sus componentes son los que cumplen con las normas de prevención, el resto pasan a ser eslabones débiles. Una cerradura que debe ser cerrada cada noche, iluminaciones que deben activarse o un listado telefónico de emergencia actualizado son ejemplos de actividades sencillas que pueden asignarse a varios de los miembros de la familia y que contribuyen a la seguridad de todos.
Gracias por contactarnos.
Nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
Vaya, hubo un error al enviar su mensaje.
Por favor, inténtelo de nuevo más tarde
DERECHOS RESERVADOS INVERSIONES RAFATT II, C.A, 2023.